jueves, 4 de abril de 2013

Una montaña con diseño inteligente - el Monte Rushmore


La naturaleza tiene una riqueza impresionante en todos los aspectos y riqueza de sus formas y detalles, algunos inclusive tienen un enorme parecido con lo
que pensamos pueden ser cosas o seres bien sea reales o míticos. 


Aunque si vamos de viaje a Dakota del Sur (Estados Unidos), podemos encontrar cerca de la población de Keystone, una montaña que presenta los rostros esculpidos en granito de George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln; los cuales representan los primeros 130 años de historia de los Estados Unidos. El monte tiene una altura de 1,745 metros sobre el nivel del mar y los rostros son de aproximadamente 20 metros de altura cada uno. 
Asumiendo que no conocemos nada del pasado, pudiéramos pensar en dos opciones: un diseño “caprichoso” de la naturaleza ,o bien,  algo construido con un propósito. Si vamos más al detalle es sorprendente que estén grabados rostros de presidentes históricos de los Estados Unidos, lo que provoca la pregunta: ¿Quién lo hizo y porqué? 

Gutzon y la visión de su proyecto
El escultor danés americano Gutzon Borglum, pensando en un enfoque de memorial nacionalista, planeó desde el comienzo los cuatro presidentes que estarían representados tanto por preservar la República como por expandir sus territorios. Se proveyó al proyecto de fondos federales y se comenzó la construcción en 1927, hasta su muerte en 1941 cuando se forzó el final “inconcluso” de la construcción, debido a la falta de financiamiento. El nombre proviene de un famoso abogado de Nueva York, Charles E. Rushmore, que había hecho una expedición al lugar en 1885, para verificar títulos de propiedad oficiales.

Avance gradual del proyecto entre 1927 y 1941
Se requirió de 400 trabajadores durante 14 años para su “manufactura”. Se empleó dinamita en las excavaciones y se quedaron como testigos a las faldas del monte, unas 450,000 toneladas de roca que fueron “explotadas” de la montaña. El diseño original era muy ambicioso en sus detalles que debería tener las figuras hasta la cintura, por lo que si bien se observan los rostros, el resto del proyecto quedó inconcluso por falta de fondos. El proyecto tuvo un costo de 990,000 dólares , y técnicamente solo se erosiona una pulgada (25 mm) aproximadamente cada 10,000 años, lo que le garantiza un largo tiempo de vida. 

Ahora bien, aplicando el concepto del Dr. Willian A. Dembski, veamos si se cumple con las premisas de un diseño inteligente: 
Modelo original del proyecto de Gutzon Borglum

1) Complejidad – Sin duda por su ubicación, el tamaño de la obra y los años de su duración es un trabajo complejo. Aún sin tener esta premisa, el solo diseño de los rostros humanos a nivel de la montaña habla de un trabajo difícil y complicado. 

2) Especificaciones – Se presentan dimensiones estandarizadas y una secuencia de los personajes, que sin duda debieron haberse realizado en un dibujo o modelo a escala previo. 

3) Información – Pudieran tratarse de cualesquier personajes, pero al elegir a estos cuatro (Washington, Jefferson, Roosevelt y Lincoln) sin duda se trata de ser muy específico en el mensaje que se quiere transmitir. Además de que se tuvo que hacer una investigación detallada de estos rostros históricos. 

Parece simple, porque tenemos el antecedente del trabajo, pero sin duda el Monte Rushmore pasa la prueba teórica de diseño inteligente propuesta por Dembski en sus observaciones, lo que implica que atrás de su trabajo está el plan de una mente inteligente. 

Normalmente en cualesquier otro análisis, aquí careceríamos de la evidencia que nos brindan los detalles históricos, ante lo que asalta la duda humana del origen de cualquier objeto. Aquí tenemos un monte con significado, independientemente de las evidencias; que definitivamente no fue formado por erosión natural o a través de los años; en donde su complejidad le da la firma misma de su “creador” y habla de mucha información que se requirió en su conformación. En definitiva estamos frente a un diseño completamente improbable, no visto en ninguna otra montaña, lo que simplemente ratifica la complejidad de un diseño con propósito. 
Monte Rushmore en 1905, antes de los rostros

La información para este mega-trabajo se debió proveer de alguna forma, que sin duda no tiene que ver con el azar, sino con una buena organización del proyecto; incluyendo su localización y el estudio de los materiales a trabajar para darle la forma final. Esto nos habla de objetivos y de metas en el diseño, de costos y de tiempos, además de que nos corrobora que algo así no se pudo hacer por sí mismo; requirió de una mente inteligente, en este caso humana. 



REFERENCIAS 

Gambino, M. (2011). The making of Mount Rushmore. Smithsonian. Como 

Dembski, W. y Behe, M. (1999). Intelligent Dseign: The bridge between Science and Theology. InterVarsity Press: Illinois.

1 comentario:

  1. En esa epoca, el impacto ambiental tuvo alguna consideracion? de ser asi como se manejo... En otro orden de ideas porque no se termino mas hacia el diseno original con mas torso, unicamente por falta de recursos?

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